Posted on Mié, 21 Sep 2022, 13:58
© FAO/Marco Longari
Por: Osama El-Lissy y Nicola Spence
El cambio climático ha empeorado la vulnerabilidad de los recursos vegetales del mundo a las plagas y enfermedades.
Imagínese un mundo en el que las granjas no tienen cultivos, los bosques no tienen árboles y la naturaleza está desprovista de plantas.
No solo nuestro mundo sería increíblemente diferente, sino que la humanidad probablemente dejaría de existir por completo. Las plantas proporcionan el 98% del aire que respiramos y el 80% de los alimentos que comemos. Así es como nuestras vidas dependen de las plantas, pero a menudo pasamos por alto lo vitales que son.
Nuestros recursos vegetales mundiales están amenazados por plagas y enfermedades. Una vez que las plagas de las plantas se establecen en una zona, resulta casi imposible y extremadamente costoso erradicarlas. Esto retrasa los esfuerzos mundiales por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles ya que reduce nuestra capacidad de proporcionar seguridad alimentaria para todos, proteger nuestro medioambiente y la biodiversidad para las generaciones futuras, y garantizar que los cultivos y los productos vegetales se comercialicen de forma segura y así ayudar a impulsar el crecimiento económico.
Cada año, [perdemos]][6 hasta el 40% del rendimiento mundial de los cultivos o alrededor de 220 000 millones de dólares debido a las plagas de las plantas. Solo en África se pierden cerca de 10 000 millones de dólares de la producción anual de maíz por culpa del gusano cogollero del maíz, una peligrosa plaga transfronteriza que ya se ha extendido por más de 70 países. Reducir esta amenaza ayudará a aliviar el hambre que padecen unos 828 millones de personas en todo el mundo en 2021, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El cambio climático ha incrementado las incursiones de las plagas, sobre todo en nuevos lugares donde antes no se habían detectado pero ahora han prosperado. Los cambios en las temperaturas, la humedad, la luz y el viento son los segundos factores más importantes para la dispersión de las plagas, junto a los viajes y el comercio internacional.
Las plagas invasoras siguen siendo los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad. A medida que el mundo se globaliza y se interconecta, el aumento de la circulación de personas y mercancías se ha visto asociado al incremento de la introducción y propagación de plagas vegetales a través de las fronteras.
Por eso son cruciales los marcos mundiales, como la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), un tratado internacional ratificado por 184 países que establece disposiciones para la protección y salvaguarda de las plantas y la facilitación de un comercio seguro.
Las Normas Internacionales para Medidas Fitosanitarias —mejor el referente en materia de sanidad vegetal— están en vigor para que los países las adopten en su legislación nacional y en sus requisitos de importación. Estas normas abarcan desde la vigilancia de plagas, el análisis de riesgo de plagas, la orientación para los países en el desarrollo de programas de erradicación de plagas, la notificación nacional de plagas importantes, y mucho más.
Red mundial de expertos en sanidad vegetal
Es esencial crear una comunidad mundial de expertos y defensores de la sanidad vegetal. La Secretaría de la CIPF trabaja con socios y donantes para desarrollar normas, facilitar la adopción de la Convención por parte de los países y la aplicación de las normas, y desarrollar la capacidad de las organizaciones nacionales de protección de las plantas.
Las guías, el material de formación y los cursos de aprendizaje electrónico ayudan a estos guardianes de las plantas a desempeñar eficazmente sus funciones de salvaguardia. Herramientas innovadoras como el ePhyto permiten a los países comercializar con seguridad utilizando certificados fitosanitarios digitales que hacen que el comercio de plantas sea más seguro, rápido y barato.
También es importante concienciar y actuar a nivel mundial entre el público en general. En 2020, celebramos el Año Internacional de la Sanidad Vegetal a través de 680 eventos organizados en 86 países.
El 12 de mayo de 2022, se declaró el primer Día Internacional de la Sanidad Vegetal tras su adopción en la Asamblea General de las Naciones Unidas en marzo. Agradecemos a los gobiernos de Zambia y Finlandia su incansable defensa de la resolución en la Asamblea, con el respaldo de la FAO y la Secretaría de la CIPF.
La Secretaría de la CIPF y el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte se asociaron esta semana para reunir a los mejores expertos y defensores de la sanidad vegetal del mundo. La primera y más grande Conferencia Internacional de Sanidad Vegetal que se celebra en Londres tiene como objetivo abordar los nuevos y emergentes desafíos como el impacto del cambio climático, el aumento del comercio internacional, la rápida pérdida de biodiversidad y las nuevas vías de plagas como el comercio electrónico. Se estudiarán políticas, estructuras y mecanismos más eficaces a nivel nacional, regional y mundial.
Queda mucho trabajo por hacer para proteger nuestras plantas. Debemos ser precavidos a la hora de traer plantas y productos vegetales cuando viajemos, ya que podrían ser portadores de plagas y enfermedades vegetales. Asimismo, debemos ser conscientes de que la compra de plantas y productos vegetales en línea debe ir acompañada de certificados fitosanitarios que acrediten que cumplen los requisitos fitosanitarios de importación.
El comercio electrónico es una vía emergente para la introducción y propagación de plagas vegetales. Las compras en línea atraviesan las fronteras internacionales a través de sistemas de correo o de transporte exprés mediante contenedores aéreos o marítimos. Estas compras a menudo incluyen, pero no se limitan a, plantas ornamentales, tierra de plantas importadas, materiales de embalaje de madera sin tratar, como palets y cajas, e incluso artículos novedosos como "marcapáginas plantables" con semillas.
Hacemos un llamamiento a los gobiernos, los legisladores y los donantes para que inviertan en la investigación, la divulgación y el desarrollo de la capacidad de las organizaciones nacionales de protección de las plantas, y para que refuercen los sistemas de vigilancia de plagas y de alerta temprana. Necesitamos que todos los actores de la industria y los socios gubernamentales se adhieran a las normas fitosanitarias internacionales para proteger mutuamente nuestras plantas, los suministros de alimentos y nuestras economías.
Cuando protegemos las plantas, protegemos nuestra salud, nuestro medio ambiente, nuestros medios de subsistencia y nuestras vidas.
Osama El-Lissy es Secretario de la Secretaría de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria.
Nicola Spence es Directora de Plantas del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Este artículo ha sido elaborado por la sección de Asia y el Pacífico de SciDev.Net.
Artículo publicado originalmente en SciDev.net.