Posted on Mar, 09 Sep 2025, 07:37
© FAO / Sia Kambou.
La agricultura es fundamental para la economía y la seguridad alimentaria de Malí, siendo la producción de mango un motor clave que mejora los medios de vida de millones de agricultores y genera empleo a lo largo de toda la cadena de valor. El país de África Occidental produce alrededor de 800 000 toneladas de mangos al año, con exportaciones que superan los 30 millones de dólares estadounidenses. Sin embargo, plagas como la mosca de la fruta (Bactrocera spp.) afectan la productividad de los cultivos y el comercio internacional.
Para contrarrestar esta amenaza, Malí ha adoptado diversas estrategias, entre ellas su incorporación al Programa fitosanitario africano (APP) y la evaluación de sus sistemas fitosanitarios, con el fin de proteger la sanidad vegetal, garantizar el comercio internacional de cultivos de alto valor como el mango y salvaguardar los ingresos de los agricultores.
Más información en: Programa fitosanitario africano (APP)
Malí y otros 19 países se han sumado al APP, una iniciativa de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) que brinda al personal técnico de las organizaciones nacionales de protección fitosanitaria (ONPF) enfoques científicos modernos y herramientas digitales para mejorar la vigilancia, detección, identificación y notificación de plagas. En el lanzamiento del APP en 2023, cinco especialistas en sanidad vegetal de Malí estuvieron entre los capacitados y equipados con tabletas de última generación y herramientas digitales del APP, lo que les permitió posteriormente formar a sus colegas en el país. Casi dos años después, la cifra se ha ampliado a 20 responsables nacionales de sanidad vegetal y 50 agentes de campo, lo que ha fortalecido significativamente la capacidad de la ONPF para monitorear plagas clave.
Para agosto de 2025, y gracias en parte a 40 tabletas adicionales proporcionadas por la Secretaría de la CIPF, Malí había llevado a cabo aproximadamente 170 prospecciones sobre la mosca oriental de la fruta (Bactrocera dorsalis) y el gusano cogollero del maíz (Spodoptera frugiperda), dos de las plagas más devastadoras de cultivos como el mango y el maíz, respectivamente, y consideradas de máxima prioridad para el país. Los datos de las prospecciones permitirán determinar la presencia de ambas plagas y garantizar una respuesta y un control eficaces.
© FAO / Anita Tibasaaga. En la imagen: Halidou Mohomodou (izquierda), director de la ONPF de Malí, y Adama Malle (segunda persona a la derecha), jefe de vigilancia, junto con oficiales técnicos de la ONPF durante un ejercicio de recolección de datos.
“El APP ha transformado nuestras actividades de vigilancia de plagas, al mejorar la capacidad técnica de nuestro personal mediante capacitación e introducir un sistema sistemático de monitoreo y recopilación de datos sobre plagas”, señaló Adama Malle, Jefe de la División de Vigilancia, Alerta e Intervención de la Oficina de Protección Vegetal —también ONPF de Malí. “Ahora es más fácil monitorear las plagas y la dinámica de sus poblaciones en el campo, dar seguimiento al trabajo de los agentes de campo, identificar especies de mosca de la fruta, emitir alertas para ayudar a los agricultores a prevenir infestaciones y generar datos confiables en tiempo real para la toma de decisiones en la gestión de plagas”, añadió. Adama Malle confía en que el sistema digital de vigilancia del APP impulsará la trazabilidad, reducirá las interceptaciones de mangos malienses en el comercio internacional y mejorará el cumplimiento de las normas fitosanitarias internacionales.
Liderazgo nacional y alianzas estratégicas, factores clave
Halidou Mohomodou, director general de la Oficina de Protección Vegetal y Jefe de la ONPF, subrayó a su vez la importancia del apoyo gubernamental y de la coordinación nacional. La ONPF participa activamente con el gobierno, socios financieros y técnicos —como la FAO y programas locales— para alinear el APP con las prioridades nacionales. Este sólido respaldo permitió la integración del APP en los programas nacionales, la creación de un Servicio Autónomo de Protección Vegetal y fondos adicionales del gobierno destinados a capacitación y materiales fitosanitarios como feromonas y trampas. El Programa de Resiliencia de los Sistemas Alimentarios de África Occidental del Banco Mundial apoyó la expansión de la capacitación, y gracias a otro socio se espera la llegada de más tabletas.
Malí también cuenta con una estructura nacional sólida de administración y personal, integrada por productores, funcionarios del Ministerio de Agricultura, servicios nacionales de protección vegetal, la ONPF y organismos estatales como el Centro Nacional de Lucha contra la Langosta del Desierto.
© FAO / Anita Tibasaaga. Osama El-Lissy (derecha), ex Secretario de la CIPF, durante su visita de promoción en 2024 a Lassine Dembele (izquierda), Ministro de Agricultura de Malí.
Desafíos y lecciones
A pesar de los progresos notables, Oumar Sy, director adjunto de la ONPF, señaló aspectos que aún deben abordarse, entre ellos la conectividad a internet, las competencias técnicas de los agentes de campo, las dificultades de transporte, la financiación sostenible y la seguridad. No obstante, la innovación y la coordinación están impulsando el cambio. Los agentes de campo reciben capacitación específica, se mantienen conectados mediante teléfonos móviles y trabajan con escoltas de seguridad en zonas de alto riesgo, mientras que el Marco Estratégico de Asistencia para África Occidental refuerza la vigilancia digital en Malí.
Por su parte, Halidou Mohomodou subrayó la importancia de la capacitación, del suministro adecuado de equipos y materiales, así como de una comunicación y una labor de sensibilización más sólidas. Señaló además la metodología sencilla del APP, su sistema digital y su base de datos integrada, que lo convierten en una herramienta única para la toma de decisiones en protección vegetal. Sin embargo, hizo un llamado a garantizar una financiación sostenible e instó a los países a priorizar el APP y forjar asociaciones estratégicas. Las contribuciones pueden canalizarse al Fondo Fiduciario Multidonante de la Secretaría de la CIPF para el APP.
Evaluación de la capacidad fitosanitaria
Malí ha iniciado recientemente su Evaluación de la Capacidad Fitosanitaria (ECF), un proceso que comprende tres talleres integrales en los que las partes interesadas nacionales evalúan los sistemas de sanidad vegetal del país, identifican brechas y elaboran una estrategia nacional integral para abordarlas. Según Halidou Mohomodou, la ECF, con el apoyo de la CIPF, llega en un momento oportuno y contribuirá a acelerar la transición hacia un sistema de vigilancia moderno y digital.
© ONPF de Malí.
Próximos pasos
Malí continuará realizando prospecciones de plagas sobre moscas de la fruta, gusano cogollero del maíz y otras plagas prioritarias, recopilando datos que respalden las exportaciones, especialmente de mangos. El país también prevé emitir alertas de plagas de manera más oportuna, organizar más talleres de capacitación y reforzar sus esfuerzos de sensibilización y promoción entre las partes interesadas nacionales y los socios para el desarrollo.
Información relacionada: